
Industria automotriz europea responde a presión china y crisis múltiples en el Salón del Automóvil de Múnich
Automotriz08/09/2025

En medio de tensiones comerciales, una transformación tecnológica costosa y la creciente competencia de fabricantes chinos, los principales fabricantes de automóviles del mundo presentaron este lunes sus nuevas apuestas en el Salón del Automóvil de Múnich (IAA Mobility), que se celebra hasta el viernes. La edición de este año ha servido como termómetro del momento que vive la industria automotriz europea, marcada por la incertidumbre regulatoria y el reposicionamiento global de marcas emergentes.
En un contexto donde los objetivos de emisiones de carbono de la Unión Europea para 2035 han sido calificados como poco realistas por diversos ejecutivos del sector, las automotrices europeas han optado por diversificar sus estrategias más allá de los vehículos totalmente eléctricos. Esta postura busca hacer frente tanto a la complejidad técnica como a los costos crecientes de la transición energética, en un momento en que las ventas se debilitan en mercados clave como China, que sigue siendo el mayor destino individual para grupos como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz.
“Tenemos muchas crisis al mismo tiempo”, reconoció Oliver Blume, presidente ejecutivo de Volkswagen, en entrevista con Reuters. Mencionó entre los principales desafíos la caída del mercado chino, los aranceles estadounidenses y el elevado costo de la reestructuración interna de la compañía. No obstante, aseguró que se mantienen conversaciones “positivas” con el gobierno de EE.UU. para contrarrestar parte del impacto arancelario, incluida la posible construcción de una planta de Audi en territorio estadounidense.
La situación también afecta a marcas como Porsche, que forma parte del grupo Volkswagen. Blume, también al frente de esta división, reconoció que el objetivo de margen del 20 % a largo plazo es poco realista en el entorno actual, con la marca atrapada entre los costos arancelarios y una demanda más débil en Asia.
Del lado franco-italiano, Stellantis sorprendió al anunciar que ya no restringirá su producción futura únicamente a vehículos eléctricos. Jean-Philippe Imparato, responsable de marcas europeas, explicó que los objetivos de carbono de la UE “ya no son alcanzables” bajo las condiciones actuales, lo que justifica una estrategia más abierta y menos dependiente de una única tecnología de propulsión.
Los altos precios siguen siendo una barrera importante para la adopción masiva de autos eléctricos en Europa, por lo que el nuevo enfoque de las marcas se centra en ofrecer modelos por debajo de los 25,000 euros. Es una respuesta directa a la ofensiva de compañías como BYD, que domina el mercado chino y anunció planes para fabricar localmente en Europa en un plazo de tres años, esquivando así los aranceles europeos impuestos a modelos importados.
Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de BYD, confirmó que mientras eso sucede, sus vehículos híbridos enchufables liderarán las ventas en la región. “Nos estamos preparando para ser más europeos en la producción”, afirmó.
También desde China, Leapmotor presentó el hatchback eléctrico B05, una nueva apuesta para el segmento de vehículos accesibles. Su llegada a Europa está prevista para el segundo trimestre de 2026, tras su debut en China a finales de este año. La firma no reveló su precio, pero anticipó que se ofrecerá en seis colores, incluyendo el llamativo Lightning Yellow y el Morgan Pink.
Además, la startup turca Togg utilizó el escaparate de Múnich para anunciar su expansión hacia Europa, comenzando por Alemania. Presentó el SUV eléctrico T10X y el sedán T10F, ambos con diseño de cinco puertas. Los pedidos estarán disponibles a finales de septiembre, aunque los precios tampoco han sido revelados.
En contraste con lo ocurrido hace dos años, cuando los fabricantes europeos fueron criticados por no tener respuestas ante el avance de las marcas chinas, este año la industria europea ha llegado preparada con nuevos modelos y una estrategia más clara. “Los europeos han demostrado que se toman absolutamente en serio a los chinos”, afirmó Tu Le, fundador de la consultora Sino Auto Insights.
A pesar del ambiente tenso, el Salón del Automóvil de Múnich refleja una industria que, aunque golpeada por crisis simultáneas, busca adaptarse a una nueva realidad: una transición energética sin apoyo uniforme, una competencia global cada vez más agresiva, y consumidores que exigen accesibilidad sin renunciar a la innovación.


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