El empleo femenino impulsa el mercado laboral en el segundo trimestre

Nacional29/08/2023Industrial InsiderIndustrial Insider
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La participación laboral femenina pasó de 45.9% a 46.1% entre el primer y segundo trimestre de este año, acercándose al nivel histórico registrado a finales de 2022. No obstante, siete de cada 10 mujeres que se unieron a la fuerza laboral durante este período lo hicieron en empleos informales.

Durante el segundo trimestre de 2023, el empleo femenino desempeñó un papel fundamental en la generación de nuevos puestos de trabajo, con la incorporación de 200,000 mujeres a la población empleada, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Este crecimiento en el empleo femenino llevó a un aumento trimestral en la tasa de participación laboral femenina, que pasó del 45.9% al 46.1%. Aunque este nivel es cercano al récord alcanzado en el cuarto trimestre de 2022, cuando llegó al 46.2%, aún se encuentra por debajo de esa cifra.

Sin embargo, a pesar de que el empleo femenino mostró un buen desempeño, una disminución de 170,000 puestos de trabajo en el sector masculino resultó en un saldo general de solo 29,864 empleos creados en el trimestre.

La creación de empleo durante este trimestre también estuvo acompañada de un aumento en el desempleo, con 97,260 personas adicionales desempleadas. Esto llevó a que la tasa de desempleo subiera del 2.6% al 2.8%, aunque aún se mantuvo en niveles relativamente bajos.

Una noticia positiva es que los resultados del segundo trimestre indican que la recuperación del empleo femenino después de la pandemia parece ser duradera y está volviendo a un crecimiento similar al ritmo previo a las afectaciones de la emergencia sanitaria en el mercado laboral. No obstante, la preocupación radica en la calidad de estos empleos, ya que la tasa de informalidad laboral para las mujeres no cambió y se refleja en el aumento de mujeres empleadas en microempresas.

Del total de 200,000 mujeres que se incorporaron a la fuerza laboral, el 71% obtuvo empleo en el sector informal. Esto elevó la tasa de informalidad laboral para las mujeres del 55.8% al 55.9%, que está 1.3 puntos porcentuales por encima del nivel observado entre la población masculina.

Esto refleja la precariedad del mercado laboral y la falta de flexibilidad para que las mujeres puedan acceder a empleos formales que sean compatibles con las responsabilidades desproporcionadas que a menudo tienen en el trabajo de cuidado no remunerado.

En términos generales, el crecimiento en la población ocupada durante el segundo trimestre se debió principalmente al trabajo por cuenta propia (con un aumento de 35,889 personas) y al trabajo no remunerado (con un aumento de 24,681 personas). Estos aumentos compensaron las pérdidas en el trabajo subordinado y en los empleadores, que disminuyeron en conjunto en 30,706 puestos de trabajo.

En cuanto a los sectores económicos, las actividades de servicio fueron el principal motor del empleo femenino en el segundo trimestre, con la creación de 174,907 puestos de trabajo. El sector industrial también experimentó un crecimiento moderado, con 36,168 empleos femeninos adicionales. El único sector que experimentó una reducción en el empleo femenino fue el de agricultura, ganadería y pesca, con una disminución de 27,370 puestos de trabajo.

Para mejorar la inclusión laboral de las mujeres, se sugiere evaluar la implementación de la seguridad social universal que no distinga entre trabajadores formales e informales. Además, se propone establecer un sistema nacional de cuidados y mejorar los servicios educativos y de salud. También es fundamental involucrar a los hombres en políticas de inclusión laboral y tomar medidas para garantizar la permanencia de las mujeres en empleos formales, lo que incluye la adaptación de puestos de liderazgo.

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