México busca negociar con Estados Unidos reducción de aranceles en acero, aluminio y sector automotriz

Automotriz14/04/2025Industrial InsiderIndustrial Insider
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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, informó este viernes que su administración mantiene negociaciones con el gobierno de Estados Unidos para lograr una reducción de los aranceles aplicados a las exportaciones mexicanas en los sectores automotriz, de acero y de aluminio.

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum explicó que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, sostiene una comunicación constante con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, en torno a las medidas comerciales impuestas por Washington. “No quisiera mencionar todas las propuestas que estamos haciendo a Estados Unidos, vamos a esperar algunos días. Obviamente es una disminución importante lo que se propone”, declaró la mandataria.

El objetivo principal, según indicó, es aliviar la carga arancelaria en segmentos estratégicos de la economía nacional. Recordó que Estados Unidos aplica un arancel del 25 por ciento a los vehículos terminados, aunque con descuentos proporcionales al contenido estadounidense. En cambio, las autopartes mexicanas continúan temporalmente exentas de gravámenes, mientras el Departamento de Comercio estadounidense define una postura definitiva.

“En este momento no hay aranceles esperando que la Secretaría de Comercio de los Estados Unidos ponga un arancel dependiendo del tipo de autoparte. Entonces hasta ahora eso es lo que tenemos”, explicó Sheinbaum.

En el caso del acero y el aluminio, México busca también una reducción significativa de las tasas actuales, que afectan directamente a las cadenas productivas del norte del país.

Las gestiones de la administración mexicana ocurren en un contexto en el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reactivado una política comercial proteccionista. En febrero, el mandatario republicano anunció que impondría aranceles del 25 % a productos provenientes de México y Canadá por considerar insuficientes sus esfuerzos frente a la migración irregular y el tráfico de fentanilo. No obstante, en marzo suspendió temporalmente esa aplicación para los bienes cubiertos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

El 2 de abril, Trump anunció una nueva batería de “aranceles recíprocos”, con una tasa base del 10 % para la mayoría de los países y tarifas mucho más elevadas para economías con amplios superávits comerciales con EE.UU., como China y la Unión Europea. México y Canadá quedaron fuera de esta lista, lo que el gobierno mexicano ha interpretado como un reconocimiento a la integración regional.

Aun así, persisten sectores fuera del T-MEC que siguen sujetos a cargas arancelarias, lo que ha motivado a México a intensificar su estrategia de diálogo con la administración Trump, de cara a evitar una mayor disrupción en las cadenas de suministro y preservar los flujos de inversión en la industria manufacturera.

Fuentes cercanas a las negociaciones indican que México buscará usar como argumento el nivel de integración de las industrias del norte del continente, así como el impacto negativo que podría tener un aumento en los costos de producción tanto para empresas estadounidenses como mexicanas.

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