
Ford suspende producción por escasez de tierras raras mientras persiste la dependencia global de China
Automotriz13/06/2025
Industrial Insider
El suministro global de tierras raras, crucial para la manufactura de vehículos eléctricos y componentes tecnológicos, ha vuelto a tensarse tras la imposición de nuevas restricciones por parte de China. Ford Motor Company confirmó este viernes que enfrenta serias dificultades para abastecerse de estos materiales, afectando directamente su producción.
Jim Farley, director ejecutivo de Ford, declaró a Bloomberg News que, pese a la reciente obtención de licencias temporales de exportación por parte de proveedores chinos, la situación sigue siendo crítica: “Hemos tenido que cerrar fábricas. Estamos al día en este momento. Es un día a día”. Esta afirmación subraya la fragilidad de las cadenas de suministro actuales, donde una sola medida regulatoria desde Pekín puede desestabilizar la producción industrial global.
China controla más del 90 % de la capacidad mundial de procesamiento de tierras raras, materiales indispensables para imanes utilizados en vehículos eléctricos, aviones de combate y electrodomésticos. En abril, el gobierno chino impuso nuevas reglas para las licencias de exportación, lo que ha ralentizado la entrega de estos insumos clave a fabricantes occidentales.
Ford ya había suspendido la producción de su SUV Explorer en su planta de Chicago durante una semana en mayo, y aunque la producción se reanudó, las presiones continúan. La volatilidad se reflejó este viernes en los mercados bursátiles, con una caída del 1 % en las acciones de la automotriz.
Pese a iniciativas en curso en países como Estados Unidos, Australia y Canadá para desarrollar fuentes alternativas de tierras raras y capacidades de refinación propias, los resultados aún son incipientes frente al dominio chino. Esta situación reafirma la urgencia de estrategias a largo plazo para reducir la dependencia de Pekín, no solo por razones comerciales, sino por la seguridad estratégica que implica el acceso estable a estos recursos.
La disrupción en Ford es un síntoma de una vulnerabilidad estructural que afecta a toda la industria tecnológica y automotriz, especialmente en un contexto donde la electromovilidad y la transición energética exigen un volumen creciente de estos minerales críticos. Si bien las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China han intentado suavizar los controles más severos, como lo indicó el presidente Donald Trump al hablar de un nuevo acuerdo comercial, los riesgos geopolíticos siguen latentes.
En este entorno, empresas como Ford enfrentan no solo la necesidad de asegurar insumos, sino de revisar sus cadenas de valor y diversificar proveedores, al tiempo que gobiernos y sectores industriales deben coordinar políticas de abastecimiento seguro, con visión de largo plazo. La crisis actual es un recordatorio de que la transición tecnológica global no puede desligarse de la geopolítica de los recursos estratégicos.


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