BYD refuerza su presencia en México pese a presión de Trump

Ante la presión del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para que México limite la inversión china y evite convertirse en una "puerta trasera" hacia su país, las automotrices de origen chino han acelerado sus planes en territorio mexicano, destacando su enfoque en el mercado local.

Jorge Vallejo, presidente de BYD en México, aseguró que la instalación de una planta en el país ya es un hecho. En colaboración con el gobierno federal y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, la compañía está afinando detalles administrativos para iniciar operaciones.

“No le tememos a las medidas restrictivas de Estados Unidos porque nuestra producción será para el mercado mexicano”, señaló Vallejo. La planta, cuya ubicación aún se analiza entre tres estados (dos en el centro y uno en la costa del Pacífico), respaldará el objetivo de comercializar 80 mil unidades en 2025, casi el doble de lo vendido en 2024. Además, BYD planea ampliar su red de concesionarias, pasando de 50 a 80 este año.

Otra firma china, Victory, anunció su intención de establecer una planta ensambladora en el país dentro de dos años. Gerardo Salazar, director general de Victory México, detalló que invertirán 80 millones de pesos en el proyecto, generando más de 300 empleos en su primera etapa. Este año, la compañía planea colocar entre 500 y 800 unidades en el mercado, de las cuales el 20 % serán eléctricas. Además, han iniciado conversaciones con empresas como Bimbo para abastecerles vehículos eléctricos.

Por su parte, Geely, la mayor automotriz china, busca expandir su presencia en México con la apertura de 37 nuevas tiendas en 2025, alcanzando las 100 distribuidoras en el país. Tony Chi, director general de Geely México, resaltó que en 2024 lograron ventas globales de más de 3.3 millones de vehículos, marcando un crecimiento del 22 % respecto al año anterior.

Pese a las advertencias de Trump, las automotrices chinas continúan apostando por México, destacando el tamaño y potencial del mercado nacional. Estas inversiones no solo impulsan la industria automotriz local, sino que también generan empleos y fomentan el crecimiento económico en regiones clave del país.