Son la industria automotriz y la electrónica las más exigentes en cuanto a los tiempos de entrega y el cumplimiento con sus clientes.
La saturación en las aduanas mexicanas, causada en parte por la rápida relocalización de empresas y fallas en el sistema aduanero en las últimas semanas, está generando sobrecostos para los exportadores.
Ante la necesidad de garantizar la entrega o evitar demoras, los exportadores buscan vías más rápidas para el transporte de mercancías, lo cual implica costos adicionales y penalizaciones por incumplimiento de plazos. Las industrias automotriz y electrónica son las más afectadas, enfrentando penalizaciones que van desde 100,000 hasta 1 millón de dólares por cada orden de compra no cumplida.
Para otras empresas exportadoras, también se incrementan los costos logísticos y de inventario al tener que mantener un mayor volumen de mercancías como medida de precaución ante posibles retrasos.
En general, se estima que cada hora de retraso en el comercio exterior en México representa un costo de alrededor de 450 millones de dólares para la industria.
En las últimas semanas, se han experimentado retrasos de tres a cinco horas e incluso hasta ocho horas en algunos puertos. Las aduanas con mayor volumen de tránsito de mercancías, como Nuevo Laredo, Colombia, Ciudad Juárez, Tijuana y Reynosa, son las más afectadas.
Se advierte que el comercio exterior seguirá creciendo debido al nearshoring, por lo que la Agencia Nacional de Aduanas de México y el Servicio de Administración Tributaria deberán fortalecer sus sistemas aduaneros para hacer frente a esta demanda creciente.
Es fundamental que las autoridades destinen los recursos necesarios para evitar la disminución de la velocidad del comercio exterior y asegurar un sistema aduanero eficiente y con planes de contingencia para garantizar la agilidad de las operaciones. La industria requiere claridad sobre las medidas que se están tomando para abordar los problemas actuales en el sistema aduanero y asegurar un flujo constante de comercio.