Sindicato de United Auto Workers en histórica huelga

En una serie de acontecimientos que marcan el culmen de semanas de tensiones entre Shawn Fain y los altos directivos de la industria automovilística de tres gigantes, el sindicato United Auto Workers (UAW) emprendió huelgas simultáneas en tres plantas propiedad de General Motors, Ford y Stellantis al comienzo del viernes. Esto dio inicio a la huelga laboral más ambiciosa en la industria estadounidense en décadas.

Las huelgas, que afectan a las tres icónicas empresas automovilísticas de Detroit, detendrán la producción de modelos emblemáticos como el Ford Bronco, el Jeep Wrangler y el Chevrolet Colorado, junto con otros vehículos populares.

Shawn Fain, presidente de UAW, ha anunciado que retrasará, por el momento, la posibilidad de llevar a cabo huelgas más amplias en toda la empresa, pero ha subrayado que todas las opciones están sobre la mesa si no se llega a un acuerdo en nuevos contratos.

Fain compartió sus planes para estas huelgas sin precedentes en una transmisión en vivo a través de Facebook apenas dos horas antes de que expirara el contrato anterior.

Estas huelgas son el punto culminante de un prolongado conflicto entre Fain y los ejecutivos de las tres empresas automovilísticas, que gira en torno a las demandas sindicales de una mayor participación en las ganancias generadas por los vehículos de combustión y una mayor seguridad laboral, en un momento en que los fabricantes de automóviles están avanzando hacia la producción de vehículos eléctricos.

"Por primera vez en nuestra historia, estamos apuntando a los tres titanes", afirmó Fain.

Estas huelgas involucran a un total de 12,700 trabajadores y se llevan a cabo en plantas de ensamblaje operadas por Ford en Wayne, Michigan; General Motors en Wentzville, Missouri; y la marca Jeep de Stellantis en Toledo, Ohio. Estas plantas son cruciales para la producción de algunos de los vehículos más rentables.

La estrategia de Fain de llevar a cabo huelgas selectivas podría limitar el costo para el sindicato en términos de compensación por huelga.

Es importante destacar que, a pesar de que el UAW tiene un fondo de huelga de $825 millones, este monto es significativamente menor en comparación con las considerables reservas en efectivo acumuladas por los fabricantes de automóviles gracias a las sólidas ventas de camionetas y SUV.

Aunque Stellantis tiene un inventario de más de 90 días de Jeep y ha estado produciendo SUV y camionetas en horas extras, un cierre de una semana en la planta de Jeep en Toledo podría tener un impacto financiero significativo.

Sam Fiorani, un experto en pronóstico de producción de Auto Forecast Solutions, considera que esta acción limitada podría detener la producción de aproximadamente 24,000 vehículos por semana, aunque cree que los compradores estarían dispuestos a esperar por el momento.

El sindicato ha solicitado un aumento del 40 por ciento en los contratos, mientras que las empresas han ofrecido hasta un 20 por ciento sin incluir los beneficios clave exigidos por el sindicato.

Ninguna de las tres grandes empresas automovilísticas de Detroit ha propuesto eliminar los sistemas salariales escalonados que requieren que los nuevos empleados trabajen durante ocho años para alcanzar el mismo nivel de salario que los trabajadores veteranos, una demanda central del UAW.

Ford ha expresado su preocupación de que las últimas propuestas del UAW duplicarían sus costos laborales en Estados Unidos, lo que los haría menos competitivos frente a fabricantes como Tesla y otros que no tienen sindicatos. Esto podría tener un impacto significativo en los cheques de participación en las ganancias del UAW para este año.

Por su parte, Stellantis ha respondido a la huelga sindical anunciando que ha activado de inmediato sus planes de contingencia y tomará las medidas estructurales necesarias para protegerse y mantener sus operaciones en América del Norte, sin proporcionar detalles específicos.

Shawn Fain mencionó anteriormente que Stellantis había propuesto cerrar hasta 18 instalaciones en Estados Unidos.

General Motors, por su parte, expresó su decepción por la huelga y reiteró su compromiso de continuar negociando de buena fe.

Antes del anuncio de Fain, Gerald Johnson, el principal ejecutivo de manufactura de GM, declaró en un video que las propuestas de salarios y beneficios del UAW le costarían al fabricante de automóviles 100 mil millones de dólares, más del doble del valor total de General Motors, una cifra que consideró imposible de asumir. No proporcionó detalles sobre cómo las propuestas sindicales generarían ese costo ni en qué plazo.

Fain ha rechazado las afirmaciones de los fabricantes de automóviles de que las demandas sindicales serían excesivamente costosas, argumentando que estas empresas han gastado miles de millones en recompra de acciones y en salarios ejecutivos.