La decisión del gobernador de Texas, Greg Abbott, de intensificar las revisiones de importaciones en las aduanas de Texas ha resultado en un prolongado retraso en el cruce de camiones de carga desde México a Estados Unidos. Esta situación, que lleva más de dos semanas, ha llevado a una interrupción en el flujo de mercancías valuadas en alrededor de 1,500 millones de dólares. Actualmente, alrededor de 15,000 tractocamiones se encuentran formados en filas que se extienden por más de 23 kilómetros.
Manuel Sotelo Suárez, vicepresidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), señaló que este problema está en constante aumento, a pesar de los esfuerzos de algunas empresas de Chihuahua que están redirigiendo sus exportaciones a aduanas en Nogales, Sonora y Nuevo Laredo, Tamaulipas, lo que implica un costo adicional en fletes y envíos aéreos.
Este es el tercer atasco importante en el cruce de camiones de carga desde México hacia Estados Unidos en los últimos cinco años. Sotelo Suárez mencionó que en 2019, el gobierno de Donald Trump reubicó agentes aduanales, aparentemente para agilizar trámites migratorios, mientras que en 2022, durante la campaña de reelección del gobernador de Texas, se ordenaron "revisiones exhaustivas" a camiones de carga mexicanos para detectar tráfico ilegal de migrantes.
En esta ocasión, la razón detrás de las medidas de Abbott no está clara, pero se sospecha que están relacionadas con desacuerdos políticos con la administración del presidente Joe Biden en cuestiones migratorias.
Sotelo Suárez enfatizó que este es un problema federal y que la solución debería venir del ámbito federal, ya que no hay un pliego petitorio claro por parte del gobernador de Texas. La situación comenzó el 18 de septiembre cuando Abbott ordenó a agentes de Texas realizar revisiones minuciosas de la carga que cruza desde México.
La demora en el cruce de camiones de carga tiene un impacto significativo en la economía de la región, ya que Chihuahua es un importante exportador de manufacturas en México. Las aduanas de Zaragoza-Isleta, Córdova-Américas, Guadalupe-Tornillo y San Jerónimo-Santa Teresa son clave en el flujo de comercio entre México y Estados Unidos.
La aduana de San Jerónimo-Santa Teresa, ubicada en Nuevo México (fuera de Texas), ha visto un aumento en la actividad debido a la crisis, pero aún enfrenta cuellos de botella importantes. La situación es desesperante para los operadores de camiones de carga, y se estima que el equivalente a cuatro días de exportaciones aún no ha podido cruzar la frontera.
En resumen, la lentitud en el cruce de camiones de carga desde México a Estados Unidos está generando problemas significativos en el flujo de mercancías y tiene un impacto económico importante en la región. Las razones detrás de estas demoras parecen ser políticas, y la situación requiere una solución a nivel federal.