

La histórica huelga declarada por el Sindicato United Auto Workers (UAW) en Estados Unidos contra tres de los gigantes automotrices: General Motors (GM), Ford y Stellantis, ha tenido un impacto inmediato en la producción de autopartes en México. Tras no llegar a un acuerdo en las negociaciones contractuales con los trabajadores, la huelga ha ocasionado una disminución estimada de 75 millones de dólares en la producción de autopartes en México en tan solo la primera semana del paro.
El día de hoy, el UAW anunció el cese de actividades en tres plantas de manufactura ubicadas en Estados Unidos: la planta de Ensamble de Ford en Wayne, Michigan; la planta de Ensamble de Stellantis en Toledo, Ohio; y la planta de General Motors en Wentzville, Missouri.
La Industria Nacional de Autopartes (INA) en México ha expresado su preocupación por la falta de acuerdo entre las partes involucradas, que representan a alrededor de 150,000 trabajadores. La INA estima que si la situación actual persiste durante los próximos 7 días, la producción de autopartes en el país podría disminuir en aproximadamente 76 millones de dólares. Esto equivaldría al 0.1 por ciento de las exportaciones mexicanas de autopartes realizadas a Estados Unidos en 2022.
Ante este escenario, la INA ha manifestado su compromiso de apoyar a sus asociados en caso de que se produzca una reducción en las jornadas laborales. Estos espacios podrían destinarse al entrenamiento y capacitación en nuevas tecnologías como la electromovilidad, así como al mantenimiento correctivo y preventivo de las líneas de producción.
El conflicto laboral se origina en la demanda del UAW de un aumento salarial de hasta el 40 por ciento durante los próximos cuatro años, mientras que Ford, GM y Stellantis ofrecían incrementos salariales por debajo del 20 por ciento. Las automotrices han centrado gran parte de sus recursos en la transición hacia la electromovilidad y la fabricación de vehículos eléctricos, lo que dificulta la concesión de aumentos salariales.
Hasta el momento, las marcas en México no han emitido ningún comunicado sobre el impacto en sus cadenas de producción nacionales. La situación plantea un desafío tanto para la industria automotriz de Estados Unidos como para México, el principal proveedor de partes y componentes de vehículos a Estados Unidos, cuyo valor de exportaciones de autopartes alcanzó un récord de 71,384 millones de dólares en 2022.
De no llegar a un acuerdo satisfactorio, las automotrices podrían considerar la reubicación de plantas desde el sur de Estados Unidos hacia México o Canadá como una opción para mantener una producción a costos competitivos. El impacto de esta huelga podría ser significativo, afectando tanto a la industria automotriz global como a la economía mexicana en los próximos meses.
La INA hace un llamado a la continuación del diálogo entre las partes involucradas con el objetivo de alcanzar un acuerdo beneficioso para el desarrollo del sector automotriz y espera que se resuelva lo más pronto posible.



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