Ford da marcha atrás a sus planes eléctricos y asume pérdida de 19,500 mdd ante caída de la demanda y presión de políticas de Trump

Ford Motor anunció este lunes un giro radical en su estrategia de electrificación al descontinuar varios modelos de vehículos eléctricos (EV) y asumir una pérdida contable de 19,500 millones de dólares, en lo que representa el ejemplo más dramático hasta la fecha del retroceso de la industria automotriz en materia de autos impulsados por batería. La medida responde a la debilidad en la demanda de EV y a las nuevas políticas de la administración Trump, que han retirado incentivos clave y flexibilizado regulaciones ambientales.

La compañía, con sede en Dearborn, Michigan, cancelará el desarrollo del camión eléctrico T3 y de varias furgonetas comerciales eléctricas, mientras que la versión actual del F-150 Lightning será reemplazada por un modelo híbrido de largo alcance, que combinará batería y un motor a gasolina para recarga. “Cuando el mercado cambió realmente en los últimos meses, eso fue lo que nos impulsó a tomar esta decisión”, explicó el CEO de Ford, Jim Farley.

Con este viraje, Ford apostará nuevamente por los modelos a gasolina e híbridos, esperando que estos representen la mitad de su portafolio global para 2030. No obstante, la transición conllevará despidos en algunas de sus plantas de baterías, aunque la empresa anticipa contrataciones futuras en áreas donde prevé mayor rentabilidad.

Del total de la pérdida contable, unos 8,500 millones de dólares están ligados a la cancelación de modelos EV, 6,000 millones a la disolución de su empresa conjunta con la surcoreana SK On, y 5,000 millones más a otros gastos de programas. La compañía también actualizó al alza su pronóstico de ganancias ajustadas para 2025, a 7,000 millones de dólares.

El repliegue de Ford se produce en un contexto adverso para el sector eléctrico. Las ventas de EV en Estados Unidos cayeron 40% en noviembre, luego de la eliminación del crédito fiscal de 7,500 dólares que había impulsado la demanda durante más de 15 años. A ello se suma la decisión del presidente Donald Trump de congelar las multas por incumplimiento de eficiencia de combustible, lo que reduce el incentivo de las automotrices para producir vehículos eléctricos.

El F-150 Lightning, que llegó al mercado con altas expectativas en 2022 y generó más de 200,000 pedidos iniciales, ha visto caer sus ventas un 10% este año. Su sucesor, el T3, iba a fabricarse en un nuevo complejo en Tennessee, pero ahora será sustituido por camiones a gasolina a partir de 2029.

La estrategia de Ford para EV se enfocará en modelos más asequibles. Una nueva línea será desarrollada por un equipo especial en California, conocido como “skunkworks”, y su primer modelo —un camión eléctrico mediano— tendrá un precio estimado de 30,000 dólares, con planes para salir al mercado en 2027.

General Motors (GM) y Stellantis también han ajustado sus planes. GM asumió una carga de 1,600 millones de dólares en octubre y Stellantis canceló el lanzamiento de su camioneta eléctrica Ram, reforzando en su lugar su línea de híbridos, en sintonía con la estrategia de Toyota.

Ford, que ya había cancelado el año pasado un SUV eléctrico de tres filas con una pérdida de hasta 1,900 millones de dólares, ahora estima que su división de EV podría ser rentable hasta 2029. La empresa también reconfigurará su infraestructura de baterías. Operará directamente sus plantas en Kentucky y Michigan, mientras que SK On mantendrá el control de una instalación en Tennessee. Las baterías fabricadas en estas plantas también se utilizarán para sistemas de almacenamiento de energía, una diversificación que podría estar operativa en los próximos 18 meses.

La retirada parcial de Ford del mercado de EV marca un momento clave en la industria automotriz estadounidense. Con las políticas actuales y la reducción de incentivos, el entusiasmo que alguna vez rodeó la transición eléctrica se desvanece, dando paso a una estrategia más cautelosa centrada en rentabilidad, modelos híbridos y el regreso de los motores a combustión.