Starship explota en Texas durante prueba estática: nuevo revés para SpaceX en su carrera espacial

Aeroespacial19/06/2025Industrial InsiderIndustrial Insider
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En un nuevo contratiempo para el ambicioso programa espacial de Elon Musk, el cohete Starship de SpaceX explotó la noche del miércoles en las instalaciones de Starbase, Texas, mientras se preparaba para su décima prueba de vuelo. La explosión, ocurrida alrededor de las 11 p.m. CDT, fue captada en la transmisión en vivo de la compañía y ha reavivado preocupaciones sobre la fiabilidad del vehículo de lanzamiento más potente de la historia.

SpaceX confirmó que el incidente ocurrió durante una prueba de fuego estático, etapa previa a los vuelos, en la que los motores son encendidos mientras el cohete permanece anclado al suelo. En un comunicado, la firma atribuyó el incidente a una “anomalía importante” y aseguró que todo el personal está a salvo y que la zona fue despejada correctamente. No se reportan riesgos inmediatos para las comunidades cercanas, aunque se pidió a los residentes evitar el área mientras continúan las operaciones de seguridad.

La oficina del Precinto 1 del Condado de Cameron ya inició una investigación para esclarecer las causas de la explosión, que, aunque rutinaria en las fases experimentales de un sistema tan complejo, representa un golpe a la imagen pública del proyecto Starship, clave para los planes de colonización lunar y marciana de Musk.

Este evento se suma a una cadena de fracasos recientes. Los últimos tres vuelos de prueba del Starship, todos realizados en 2025, terminaron en fallos. En enero, la empresa logró recuperar el propulsor Super Heavy, pero perdió contacto con la nave principal durante el ascenso. En marzo, otro vuelo terminó en un “desmontaje rápido e imprevisto”, según el lenguaje técnico de SpaceX, dejando un campo de escombros que afectó incluso operaciones aéreas en Florida. El noveno intento tampoco logró completar su misión, y la nave se perdió en el Océano Índico tras perder comunicación.

Hasta ahora, Elon Musk no se ha pronunciado sobre la explosión del miércoles. Sin embargo, tras el fallido noveno vuelo, calificó el intento como una “gran mejora”, destacando el apagado exitoso de los motores antes del fallo. Atribuyó el desastre a fugas y pérdida de presión durante el reingreso, pero subrayó la obtención de datos valiosos.

Con esta última explosión, el ritmo de lanzamientos previstos —uno cada tres o cuatro semanas, según Musk— podría verse alterado. Si bien SpaceX insiste en que los errores son parte inherente de la innovación rápida, la frecuencia y magnitud de los fallos plantean dudas sobre los plazos y la viabilidad comercial de Starship, una nave llamada a desempeñar un papel crucial en los futuros vuelos lunares de la NASA y la eventual colonización de Marte.

El desafío, como siempre con Musk, no es solo técnico, sino simbólico: cada explosión es también una prueba de resiliencia empresarial y de fe en su visión del futuro espacial.
 
 
 
 

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