Stellantis detiene temporalmente producción en México sin recorte de empleos, confirma Sheinbaum

Automotriz04/04/2025Industrial InsiderIndustrial Insider
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La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó este jueves que el paro temporal de producción de Stellantis en México responde a una evaluación estratégica tras la entrada en vigor de los nuevos aranceles del 25 por ciento impuestos por el Gobierno de Donald Trump a los automóviles fabricados fuera de Estados Unidos.

Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, sostuvo comunicación directa con la armadora de origen italo-franco-estadounidense, y que la empresa no contempla recortes de empleo como parte de esta pausa.

“Lo que nos informaron a través del secretario Ebrard es que no están pensando en disminuir los empleos ni mucho menos, sino que es un paro temporal para poder hacer una evaluación de las condiciones actuales”, indicó Sheinbaum.

Según detalló, Stellantis está reevaluando la continuidad de uno de sus modelos eléctricos producidos en México, que ha visto una disminución en su participación de mercado en Estados Unidos, incluso antes de la imposición arancelaria. “Están haciendo una revisión para ver si ese mismo vehículo se sigue fabricando o no, porque es un vehículo eléctrico. Ahora que hay otras condiciones por parte del Gobierno de EE.UU., están haciendo una valoración”, explicó la presidenta.

Los aranceles, que entraron en vigor este 3 de abril, afectan a los vehículos y autopartes fabricados fuera de EE.UU. o sin cumplir plenamente las reglas del T-MEC, lo que ha generado un profundo reacomodo en las estrategias industriales de las principales armadoras con presencia en México.

En el caso de Stellantis, la firma suspendió la producción en dos plantas de montaje, una en Canadá y otra en México, lo que a su vez provocó la interrupción de operaciones en centros de trabajo en Estados Unidos, donde se fabrican piezas para esos modelos, derivando en el despido temporal de unas 900 personas.

La presidenta también contrastó el caso con el de Volvo, que incrementó su inversión a mil millones de dólares en su planta de Nuevo León, anunciando una ampliación de producción como parte de su estrategia de largo plazo en la región. La decisión de Volvo, explicó Sheinbaum, refleja la confianza de las armadoras en México y su interés en aprovechar las ventajas competitivas derivadas del nuevo contexto comercial.

Aunque el T-MEC sigue vigente y protege ciertos productos de los nuevos gravámenes, los vehículos ensamblados en México con componentes fabricados fuera de América del Norte sí están siendo tasados desde hoy, complicando la operación de modelos que no cumplan con los niveles de integración regional exigidos.

Desde el interior de la industria, fuentes consultadas indican que más empresas podrían hacer pausas técnicas o rediseñar sus cadenas de suministro para adaptarse a los nuevos requisitos comerciales. Por ahora, el Gobierno mexicano continúa en diálogo con fabricantes como Mercedes-Benz, BMW y Volkswagen para asegurar que sus exportaciones cumplan con los términos del T-MEC y puedan mantenerse competitivas en el mercado estadounidense.

La pausa de Stellantis, aunque significativa, no representa un cierre ni una desinversión, sino un ajuste táctico en medio de un entorno global cambiante, con la expectativa de que México consolide su posición como destino clave para la manufactura automotriz en América del Norte.

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