El panorama automotriz brasileño está experimentando un cambio acelerado hacia la sostenibilidad y la innovación, esto plantea un desafío directo a México, que tradicionalmente ha sido uno de los líderes en la industria automotriz en América.
Brasil se está posicionando como un centro destacado de fabricación de vehículos híbridos y eléctricos en el hemisferio occidental. Las inversiones de grandes empresas globales no solo ponen en jaque la posición de México en el sector, sino que también reflejan un compromiso con la sostenibilidad y la innovación tecnológica.
Las inversiones recientes que están remodelando el sector automotriz brasileño son notables. Por ejemplo:
Toyota ha anunciado una inversión sin precedentes de 11 mil millones de reales hasta 2030, con un enfoque en la descarbonización y electrificación del sector.
BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, está aumentando su inversión en Brasil en un 83%, con planes de producir vehículos eléctricos y híbridos en una fábrica en Bahía.
Stellantis ha comprometido una inversión histórica de 6,000 millones de dólares para el desarrollo de tecnologías Bio-Hybrid.
Estas inversiones, junto con otras de empresas como Renault, Nissan, General Motors y Hyundai, suman más de 15,600 millones de dólares en el sector automotriz brasileño.
Comparativamente, las inversiones de las empresas automotrices en México entre 2023 y 2024 superan los 8,800 millones de dólares, sin contar las inversiones esperadas de otras empresas en este año.
Si bien Brasil ha recibido un impulso significativo en inversiones, México ha mantenido una trayectoria más estable en la producción automotriz y ha sido un destino atractivo para las inversiones en la industria de autopartes.
A pesar de que Brasil tiene un mercado interno más grande, México se destaca por su enfoque en la exportación, con un potencial de crecimiento aún mayor.
En conclusión, ambos países están experimentando un buen momento en inversiones automotrices, pero tienen características únicas que los hacen diferentes para competir directamente. El intercambio de vehículos entre ambos países continúa creciendo, lo que demuestra una relación dinámica en el sector automotriz en América.