Pymes europeas buscan establecer alianzas con empresas mexicanas del sector de autopartes

Como bloque de Norteamérica, se prevé que la fabricación de 29 millones de vehículos eléctricos hacia el 2030, de los cuales 23 millones serán producidos en Estados Unidos; entre cuatro y cinco en México y el resto en Canadá.

La Industria Nacional de Autopartes (INA) confirma la llegada de pequeñas y medianas empresas europeas, especialmente alemanas y francesas, para establecer coinversiones con empresas mexicanas. Existe un creciente interés en fortalecer la cadena de suministro de los niveles 2 y 3 de la industria automotriz, con enfoque en tecnología avanzada y desarrollo de software, como GPS y automatización.

Armando Cortés, director general de la INA, afirma que las pymes europeas buscan asociarse con empresas mexicanas para satisfacer la demanda de la industria automotriz. México se enfrenta al desafío de aumentar la producción de vehículos eléctricos e incorporar más tecnología, y apoyar estas coinversiones es fundamental en ese sentido.

En una entrevista con El Economista, Cortés señala que esta estrategia busca sustituir importaciones provenientes de Asia. Más empresas con mejores prácticas internacionales llegarán a México, cumpliendo con tecnologías limpias y amigables con el medio ambiente. Aliarse con empresas mexicanas es la forma más efectiva de establecerse en el país, y también brinda oportunidades para las pymes locales.

La industria automotriz está experimentando una etapa acelerada de transformación debido a factores como el nearshoring, las reglas del T-MEC, los requisitos de contenido regional, así como aspectos laborales, ambientales y de energías renovables. Todos estos elementos convergen para fortalecer el sector.

Cortés reconoce que la producción de vehículos eléctricos en América del Norte, particularmente en México y el resto de América Latina, es aún limitada. Sin embargo, las armadoras están demandando nuevos productos sostenibles. Se estima que se fabricarán 29 millones de vehículos eléctricos en Norteamérica para 2030, de los cuales 23 millones se producirán en Estados Unidos, entre cuatro y cinco millones en México, y el resto en Canadá.

Ante este panorama, la industria automotriz establecida en México se prepara para responder a las demandas y requisitos de las armadoras. El objetivo es producir las piezas necesarias para cumplir con las reglas de origen y evitar importaciones. Por ejemplo, empresas que fabriquen motores eléctricos requerirán entre ocho y diez proveedores, una oportunidad que se abrirá para las pymes mexicanas especializadas en el sector automotriz.

Si bien la estrategia de fabricación se centrará en el desarrollo de sensores y sistemas de monitoreo físicos, la industria también busca enfocarse en el software embebido (programación del sensor y su funcionamiento). México cuenta con una gran capacidad de desarrollo en este ámbito.

Hasta ahora, las inversiones en la industria se han concentrado en las plantas ensambladoras de automóviles y sus proveedores directos. Sin embargo, las piezas de los niveles 2 y 3 se importan desde Asia, ya que son componentes pequeños que no justifican la apertura de una fábrica en México.