México necesita mejor infraestructura y seguridad para aprovechar el nearshoring

A pesar de las ventajas del nearshoring, México aún no ha visto un aumento significativo en su PIB, señala el CEESP.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que México no ha capitalizado completamente los beneficios del nearshoring, que implica el traslado de operaciones y fábricas de Asia, Europa y Estados Unidos al país.

"A pesar de que el nearshoring ha posicionado a México en una situación ventajosa, los beneficios esperados no se reflejan ni a corto ni a largo plazo en el crecimiento económico", afirmó Carlos Hurtado López, director del organismo.

El nearshoring podría agregar hasta 2 puntos porcentuales al PIB, resultando en mayor inversión, empleo y bienestar, según el CEESP. Sin embargo, la economía muestra signos de debilidad y expectativas pesimistas, a pesar del optimismo inicial.

Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el crecimiento anual promedio de México es de 1%, el más bajo en los últimos siete sexenios. Además, se proyecta una tasa de crecimiento promedio anual de 2% para los próximos diez años, similar a la de los últimos 30 años.

El CEESP destacó que para aprovechar el nearshoring, México necesita una economía eficiente, que requiere infraestructura moderna para reducir costos de transporte y permitir una logística competitiva.

"Una política energética eficiente que garantice seguridad en generación y distribución de electricidad y disponibilidad de hidrocarburos es fundamental", añadió el CEESP.

Además, una regulación económica adecuada y un estado de derecho que asegure certidumbre en los procesos judiciales y el cumplimiento de la ley son vitales para atraer inversiones. La inseguridad pública, impunidad y corrupción siguen siendo obstáculos significativos.

"Después de casi cuatro años de nearshoring, los beneficios no se reflejan en la actividad productiva debido a la débil evolución de los indicadores de crecimiento", indicó el CEESP.

La posible aprobación de la reforma judicial también genera inquietud, ya que la certeza jurídica para la inversión requiere un sistema de justicia robusto e independiente, aspectos que la reforma no aborda adecuadamente.

"Dada la coyuntura económica y política, no hay margen de error en las políticas públicas de la nueva administración si se quieren maximizar los beneficios del nearshoring", concluyó el CEESP.