por Jorge González
Varios de los precandidatos a la presidencia de México para el 2024, dicen no estar en campaña, lo que significa simulación, empiezan a dar señales de lo que proponen hacer para llegar a encabezar el poder ejecutivo federal. Sin embargo, han sido más pasarelas generales que propuestas detalladas. La actividad industrial, enfoque de este espacio de información, debe ser primordial si además sigue insistiéndose en la oportunidad que México debe aprovechar dentro de la tendencia mundial de nearshoring.
Tanto para la relocalización, como para el sector industrial -y en él la industria manufacturera de exportación- se requiere certeza a los emprendedores, a los inversionistas, al sector privado y a la sociedad en general. Esto por la aplicación del Estado de Derecho, pero también por no modificar las reglas de juego a mitad de una administración, como se ha hecho en la actual. Basta recordar varios sucesos: la cervecería en Mexicali, Baja California; la negación de construir un aeropuerto moderno en la zona metropolitana de la ciudad de México y, interpretaciones a modo de lo acordado en materia energética dentro del T-MEC.
Certeza que ha de ir acompañada de visión y futuro modernista del país, la necesidad de unidad, de evitar seguir polarizando y dividiendo a la sociedad, de reencauzar programas para acoplarnos a tendencias mundiales como son las libertades personales, los derechos humanos, el buen ambiente laboral y el equilibrio medioambiental.
El acoplamiento a la tendencia mundial y competitividad regional debe traer consigo, atacar viejos retos que nos siguen acechando como son la desigualdad en la distribución de la riqueza, la concentración en poca población de una gran cantidad de poder económico y político, revertir el daño mundial y nacional de los recursos naturales, incluso, el tema de migración voluntaria o forzada y el acceso a los alimentos y el agua potable, el cambiante entrono laboral (incluido el trabajo a distancia, y la duración de las jornadas), la formación técnica y la educación científica, más allá de ideologías.
Sobre esto último, la educación, se vuelve crucial en México y el mundo, pues estamos enfrentando con gran velocidad factores de cambio como el desarrollo tecnológico, la robotización y la llamada inteligencia artificial, que están transformando los modos de comunicación, de transporte, de trabajo presencial y a distancia, de aprender y trabajar en equipo, entre muchos más.
En lo general, son tres los elementos que destacan para que volvamos ala senda del crecimiento con modernidad. Adecuada infraestructura, mejorar la seguridad tanto de personas como para las empresas y, proveeduría suficiente de servicios como los de agua, electricidad, alumbrado y de caminos bien pavimentados.
Los cuatro elementos, por separado o en combinación, son las principales preocupaciones de los empresarios e inversionistas que obstaculizan, a su vez, el potencial que tiene nuestro país para la atracción de inversiones en momentos en los que se subraya el nearshoring.
Carlos E. Palencia Escalante
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