por Jorge González
La sustentabilidad se ha convertido en uno de los ejes de este siglo. Hoy mas que nunca, nuestro mundo necesita empresas sustentables, capaces de maximizar sus beneficios económicos reduciendo su impacto negativo en aspectos como el medio ambiente, recursos laborales y relaciones con la comunidad.
En este sentido, es importante entender a la sustentabilidad, un concepto que ha ido adaptando con el paso del tiempo pero sin perder su esencia, como un proceso, entendiendo este proceso como aquel que busca un equilibrio entre el medio ambiente, el uso consciente de los recursos naturales y el impacto en generaciones futuras.
De acuerdo a la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (WECD), el desarrollo sustentable es aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas. Entre los factores clave que incluye, se encuentra el crecimiento poblacional, la demanda energética, el cambio climático, la escasez de recursos y del agua, y el manejo de residuos.
Llevando estos conceptos al ámbito industrial, es necesario entender que las organizaciones deben aprovechar los avances tecnológicos para maximizar su beneficio económico y minimizar su impacto negativo tanto a nivel ambiental como social.
De lo anterior, podemos decir que en términos generales una empresa sustentable es aquella que no sólo se preocupa por el bienestar de sus empleados y la calidad de sus productos, sino también por el impacto ambiental de sus actividades, es decir, aquella entidad industrial y/o corporativa que toma en cuenta múltiples aspectos que van desde la satisfacción y bienestar de sus empleados, la calidad de sus productos, el origen de sus insumos, hasta el impacto ambiental de sus actividades, sin dejar de lado el efecto que causan sus productos y desechos, es decir, el impacto social, político y económico que produce su actividad y su compromiso con el desarrollo social y económico de la comunidad en la cual se encuentra asentada, pudiendo tener en ello un alcance local, estatal o nacional.
La búsqueda de la excelencia en aspectos tales como lograr mejoras a nivel social y laboral, velar por el impacto político y económico, les permite a las empresas hacerse un lugar en el mercado y poder ser competitivas a lo largo del tiempo, logrando un mayor beneficio económico y protegiendo tanto los recursos humanos como naturales.
Si bien el enfoque de muchas empresas es considerar que su único objetivo es la producción y posterior venta de productos o servicios, hoy en día se espera de las organizaciones mucho más que eso. Actualmente, la cadena de valor de los productos (desde el consumidor final, inversionistas, proveedores de insumos, industrias de fabricación y transformación, entre otros) se decanta por adquirir un producto u otro, considerando, entre otros factores, la sustentabilidad de las empresas.
Asimismo, las organizaciones que cumplen con los requerimientos mínimos de sustentabilidad, tienen mayor posibilidad de crecer y expandir sus operaciones, por lo que hoy en día, las empresas que invierten en aspectos de sustentabilidad, están llegando a ser más eficaces y rentables.
El éxito de las organizaciones, principalmente en el sector industrial, que han decidido integrar la sustentabilidad a sus operaciones, tomando en cuenta sus posibilidades de inversión, se han enfocado a implementar diferentes acciones para su transformación en una empresa sustentable:
- Reducir el gasto energético mediante el uso de fuentes renovables (solar, eólica, biocombustibles, energía del mar, entre otras) y el uso eficiente de energía.
- Utilizar gas natural en todos los procesos que sea posible, ya que produce menor contaminación.
Enviar los desechos a plantas de tratamiento confiables, aunque signifique un mayor costo. - Implementar sistemas que disminuyan el consumo de agua y promuevan su reutilización o reúso mediante procesos de tratamiento.
- Utilizar combustibles alternativos para lograr reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
- Reducir al máximo el uso de papel en la empresa, promoviendo el intercambio de archivos digitales.
- Elaborar un plan de bienestar laboral para mejorar las condiciones personales y profesionales de los empleados.
- Apoyar causas sociales o humanitarias, ya sea recaudando fondos, ofreciendo productos basados en el consumo responsable, apoyando el comercio justo, etc.
Este conjunto de acciones hace que una organización, independientemente de que su fin sea la rentabilidad de sus operaciones, también pueda ser un generador de impactos económicos, sociales y culturales positivos, con muchas posibilidades de crecer en su rentabilidad, aumentando su perdurabilidad en un mercado cada vez mas competitivo.
Llevado esto al ámbito local, las empresas, sobre todo las empresas corporativas que manejan sus inversiones de manera integrada a los mercados de valores, están realizando cambios inmediatos, es decir a corto plazo, para satisfacer los compromisos de sustentabilidad que demandan dichos mercados. Por ello, es necesario que las empresas locales, que forman parte de estos corporativos en industrias tales como la automotriz y aeroespacial, con mucha presencia en nuestra entidad, visualicen los principales problemas que se tienen identificados a nivel estatal:
- La escasez de agua potable para consumo humano, incluyendo la contaminación de este valioso recurso y la sobre explotación de los acuíferos.
- La perdida de bosques y ecosistemas forestales por la tala inmoderada.
- El cambio climático y la falta de acciones para su adaptación y mitigación.
No debemos perder de vista que el recurso humano presente en este tipo de industrias, debe estar consciente del alcance de sus decisiones para guiar a las empresas a la integración de soluciones que tomen en cuenta dichas problemáticas. Esto ultimo, en si mismo representa otro aspecto a considerar: la disponibilidad de información y datos que puedan sustentar la toma de decisiones.
por Carlos E. Palencia Escalante
Potenciando el desarrollo económico de México: El impacto del 'Private Equity' frente a empresas públicas en Wall Street
por Joel Escárcega Salmón
por Carlos E. Palencia Escalante