Mineras canadienses planean inversión de 12 mil millones de dólares en México, condicionada a estabilidad regulatoria

Las empresas mineras de Canadá están listas para invertir 12 mil millones de dólares en México hacia 2025, siempre que se garantice un entorno de certeza jurídica y estabilidad regulatoria, afirmó Julie Poirier, consejera de Política Comercial de la Embajada de Canadá en México. Aunque las oportunidades y la demanda existen, las compañías han decidido frenar su entrada al mercado mexicano debido a incertidumbres jurídicas, explicó la funcionaria tras su participación en la Reunión Anual de Industriales (RAI) 2024.

Entre los aspectos que generan preocupación se encuentran la reforma al Poder Judicial y propuestas de cambios a la regulación sobre minería a cielo abierto, factores que podrían afectar los proyectos en el país. “Si hay certeza jurídica, los inversionistas canadienses dirán que sí”, señaló Poirier, resaltando la importancia de proporcionar condiciones adecuadas para concretar estas inversiones.

Canadá mantiene su confianza en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), esencial para fomentar el comercio trilateral y asegurar el crecimiento económico en la región. Datos de la Secretaría de Economía de México revelan que Canadá ha sido el principal inversor en el sector minero mexicano, acumulando 16,511 millones de dólares desde 1999 hasta junio de 2024. Las empresas canadienses representan el 70% de la inversión extranjera en minería en el país, con más de 11 mil millones de dólares invertidos en proyectos respetuosos con el medio ambiente y los derechos laborales.

La colaboración entre Canadá y México también busca impulsar el acceso a energías limpias. Canadá ha invertido 13 mil millones de dólares en el sector energético mexicano, contribuyendo a su transición hacia energías sostenibles, una prioridad para fortalecer las cadenas de valor en Norteamérica, destacó Poirier.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, también resaltó la importancia de un entorno seguro para el sector privado y aseguró que América del Norte tiene la oportunidad de consolidarse como la potencia económica más próspera y competitiva del mundo. Durante el Simposio de Inversionistas Globales del Instituto Milken, Salazar destacó el papel del T-MEC como herramienta para el desarrollo regional, permitiendo el impulso de industrias clave como el nearshoring, semiconductores y energías limpias.

Salazar subrayó la necesidad de un diálogo continuo y abierto entre los gobiernos y el sector privado, el cual, dijo, será crucial para el fortalecimiento de la región en los próximos años. “Contamos con una agenda alineada de futuro que se reafirmó en el CEO Dialogue entre nuestros gobiernos y el sector privado de ambos países, la cual sirve como un preámbulo para la revisión del T-MEC en 2026”, concluyó el embajador.