Los datos preliminares proporcionados por la Secretaría de Economía indican que la Inversión Extranjera Directa (IED) en México experimentó un crecimiento del 2.2% en 2023, llegando a un total de 36 mil 58 millones de dólares (mdd), marcando niveles históricos dentro de la serie estadística.
Aunque este aumento es significativo, la tasa de crecimiento se desaceleró y no alcanzó las expectativas previstas por organismos internacionales y economistas. La UNCTAD había estimado un crecimiento del 21%, mientras que las proyecciones de expertos consultados por el Banco de México oscilaban entre los 38 mil y 45 mil 500 mdd.
La reinversión de utilidades fue el principal motor detrás del crecimiento de la IED, representando un 74% del total de la inversión, seguido por préstamos y pagos entre compañías del mismo grupo corporativo y la incorporación de nuevos inversionistas extranjeros.
A pesar de los esfuerzos por impulsar los estados del sureste, los estados del norte y la CDMX siguen concentrando más de la mitad de la IED. La manufactura atrajo la mitad de las inversiones, con sectores como equipo de transporte, bebidas y tabaco, y metales y equipo de computación destacando entre los más beneficiados.
Sin embargo, algunos expertos expresaron su preocupación por la falta de un mayor impacto del nearshoring en la IED, señalando que aunque la inversión récord es positiva, todavía no se está aprovechando plenamente la oportunidad que ofrece este fenómeno.