Habilitar la agilidad y resiliencia a través de la fabricación digital es esencial para la supervivencia y el éxito en los tiempos económicos actuales, afirmó Sree Hameed, estratega de la industria de productos de consumo en AVEVA.
Históricamente, la eficiencia ha sido el sello distintivo de las plantas industriales altamente optimizadas. Sin embargo, las condiciones económicas cambiantes de los últimos años han forzado a las empresas, incluidas las industriales, a replantear sus enfoques operativos para sobrevivir.
"En la actualidad, la mera eficiencia y la producción al costo más bajo ya no son suficientes para triunfar en el mercado. La interrupción de la cadena de suministro a raíz de la pandemia ha generado un panorama operativo en constante cambio e inédito. Los bloqueos por el Covid-19 pusieron a prueba la resiliencia de las plantas. Una economía impulsada por estímulos impulsó un rápido crecimiento y recuperación, mientras que las interrupciones en la cadena de suministro y laborales continúan hasta el día de hoy. Frente a una desaceleración económica, inflación y conflictos regionales, los fabricantes están bajo presión para reducir costos, mejorar la eficiencia y volverse más ágiles que nunca", declaró Hameed.
En este contexto, las plantas industriales que aspiran a prosperar en un entorno económico volátil y con desafíos en la cadena de suministro están reconociendo que la eficiencia operativa debe combinarse con la capacidad de respuesta. "En esta nueva mentalidad industrial, las plantas deben ser eficientes siempre que sea posible y flexibles cuando sea necesario".
Aunque las empresas disponen de múltiples opciones para enfrentar los desafíos, las plantas industriales suelen quedar atrapadas en una sola perspectiva: la eficiencia.
"Para mantener márgenes rentables, la estrategia de la cadena de suministro a menudo se centra en aislar la planta de las volatilidades externas. En teoría, proteger los procesos internos de la planta a través de inventarios, plazos de entrega y políticas de proveedores permite que la planta se concentre en un único objetivo: aumentar la eficiencia", destacó Hameed.
Al igual que los conductores cambian de marcha para adaptarse a diferentes condiciones de conducción, las empresas necesitan ajustar sus enfoques según las condiciones comerciales cambiantes y desafiantes.
"Un enfoque ágil busca sincronizar la planta con la estrategia de la cadena de suministro cada vez que cambian las condiciones, permitiéndole adaptarse rápidamente a las cambiantes situaciones. En otras palabras, la planta se vuelve flexible para realizar ajustes según lo requiera el contexto. Al ser ágil, la planta se convierte en un amortiguador contra las turbulencias externas".
La agilidad encuentra un equilibrio entre la eficiencia y la capacidad de respuesta, permitiendo a la planta adaptarse según sea necesario. La investigación interna de AVEVA ha identificado ocho palancas clave que las empresas utilizan para cambiar de enfoque en sus estrategias comerciales y de cadena de suministro: inventario, capacidad, tiempo, segmentación, precio, relaciones, información y efectivo.
En última instancia, la mentalidad receptiva y basada en el cambio permite absorber las perturbaciones en la cadena de suministro y ajustarse a las demandas en constante cambio.
"Las alteraciones en las condiciones de la cadena de suministro, como la escasez de materias primas, problemas logísticos o aumentos repentinos en la demanda, pueden tener un impacto significativo en las plantas industriales. Si bien pueden representar obstáculos para algunas, la capacidad de adaptarse rápidamente a las cambiantes condiciones de la cadena de suministro convierte esos desafíos en oportunidades. La agilidad permite que las marcas aprovechen las condiciones del mercado y operen a su máxima capacidad".