Empresas globales reducen previsiones de impacto arancelario tras acuerdos comerciales de Trump, aunque persiste la incertidumbre

20/10/2025Industrial InsiderIndustrial Insider
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Las compañías multinacionales han comenzado a revisar a la baja sus estimaciones sobre los costos generados por los aranceles estadounidenses, tras un periodo de ajuste que parecía ineludible en medio de la guerra comercial impulsada por el presidente Donald Trump. Aunque se mantenían cálculos de afectaciones superiores a los 35,000 millones de dólares de cara al cierre del tercer trimestre, nuevos acuerdos bilaterales con la Unión Europea, Japón y otros países han permitido mitigar parcialmente el impacto previsto para los próximos años.

Desde el interior de varias empresas se reconoce que el entorno arancelario, si bien sigue siendo complejo, ha comenzado a ofrecer un mayor grado de previsibilidad. “Los aranceles son cada vez más claros”, afirmó Antonio Filosa, CEO de Stellantis, quien además anunció una inversión de 13,000 millones de dólares en manufactura estadounidense para los próximos cuatro años. Su mensaje a Reuters fue directo: los aranceles se han convertido en una variable permanente en la estrategia comercial, y las empresas deben estar listas para gestionarlos.

Los datos analizados por Reuters, que abarcan más de 60 compañías en sus reportes regulatorios y financieros entre el 16 de julio y el 30 de septiembre, revelan una estimación combinada de entre 21,000 y 22,900 millones de dólares en impacto arancelario para 2025, y otros 15,000 millones proyectados para 2026. Sin embargo, gran parte del aumento reciente en la cifra total —que en mayo se situaba en 34,000 millones— proviene del ajuste realizado por Toyota, que elevó su estimación a 9,500 millones de dólares. En paralelo, otros conglomerados han moderado sus previsiones tras acuerdos con Estados Unidos.

Empresas como Sony, Rémy Cointreau y Pernod Ricard se han beneficiado de la flexibilización arancelaria tras el pacto comercial con la Unión Europea. Del mismo modo, se ha concedido una exención parcial a las exportaciones de Brasil, de las cuales solo un tercio está sujeto al arancel del 50% anunciado en abril. Estas condiciones, aunque heterogéneas, han permitido que varias empresas reconfiguren sus pronósticos financieros.

A pesar de estos avances, la amenaza de nuevos gravámenes permanece latente. A principios de octubre, Trump sugirió la posibilidad de imponer aranceles del 100% a productos chinos, aunque días después calificó la medida como insostenible. Esta volatilidad sigue dificultando la planificación de largo plazo para muchas empresas, especialmente en sectores sensibles como el automotriz, el farmacéutico y el consumo masivo.

Entre las más afectadas figuran empresas que dependen de proveedores en Asia sin acuerdos bilaterales vigentes. Nike, por ejemplo, incrementó su estimación de impacto arancelario de 1,000 millones a 1,500 millones de dólares. H&M advirtió que los aranceles seguirán presionando sus márgenes en el trimestre que concluye en noviembre, mientras que la francesa SEB, fabricante de Tefal, redujo sus proyecciones de ganancias debido a la menor demanda y la cautela de los consumidores.

El aumento de precios como respuesta a los aranceles es una constante en los informes corporativos. “Podemos observar el aumento de precios”, reconoció Daniel Erver, CEO de H&M. Una tendencia que, de acuerdo con los analistas, seguirá dominando las estrategias comerciales en los próximos trimestres, afectando particularmente al consumo minorista.

En el sector automotor, el panorama es mixto. Ford, Toyota, Volkswagen y Stellantis reportaron en conjunto miles de millones de dólares en costos por aranceles. Ford, en particular, anticipa un impacto acumulado de 3,000 millones. No obstante, hay cierto optimismo. Las gestiones del gobierno de Trump hacia una reducción significativa de aranceles aplicados a la producción automotriz local podrían traducirse en ahorros sustanciales para los fabricantes con operaciones en Estados Unidos.

En el ámbito farmacéutico, compañías como Pfizer y AstraZeneca han tomado la delantera en la negociación de acuerdos vinculados a precios y fabricación de medicamentos, orientados a beneficiarse de exenciones arancelarias. Se espera que otras firmas del sector adopten esquemas similares en los próximos meses.

Desde la Cámara de Comercio Internacional, el subsecretario general Andrew Wilson advierte que, si bien algunos acuerdos han dado forma a un “punto de equilibrio”, el escenario global continúa siendo volátil. “Seguirá habiendo mucha mayor complejidad y una enorme incertidumbre”, señaló.

En el balance, la guerra arancelaria de Trump ha obligado a las corporaciones a adaptarse rápidamente a un entorno más proteccionista. Con la proximidad del cierre del año fiscal y la persistencia de señales mixtas desde Washington, las empresas enfrentan ahora el reto de navegar entre acuerdos bilaterales, amenazas de nuevos impuestos y una cadena de suministro global aún bajo presión. Mientras algunas han encontrado espacio para ajustarse, otras siguen bajo la sombra de un conflicto comercial que, pese a los pactos alcanzados, dista mucho de haber concluido.

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