Parques eólicos terminados siguen sin operar: la transición energética de México, atrapada en la espera

Nacional03/08/2025Industrial InsiderIndustrial Insider
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A pesar de contar con infraestructura lista para generar energía limpia, México mantiene inactivos tres parques eólicos completamente construidos que no han podido conectarse a la red nacional, debido a la prolongada incertidumbre regulatoria que arrastra desde el sexenio anterior. Estos proyectos, con una capacidad instalada cercana a los 400 megawatts, siguen detenidos en espera de definiciones legales clave, según datos de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE).

Durante la inauguración de la exposición fotográfica Mi vida y el viento, el presidente de la AMDEE, Gerardo Pérez Guerra, detalló que de los seis parques listos para entrar en operación hace un año, solo tres han superado los obstáculos regulatorios, en particular aquellos relacionados con su interconexión al sistema eléctrico nacional, administrado por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).

“Ha habido un movimiento a raíz de esta nueva administración un poco más activo, pero todavía es un proceso lento. Creemos que van por buen camino los que están 100% listos y esperamos que este año puedan entrar en operación”, señaló Pérez Guerra.

El retraso expone las secuelas de seis años de parálisis normativa en los que el sector privado enfrentó bloqueos técnicos y jurídicos que frenaron su participación en la generación eléctrica. Aunque la llegada del gobierno de Claudia Sheinbaum ha despertado expectativas en el sector, la falta de claridad en las reglas del juego mantiene en vilo a inversionistas nacionales e internacionales.

“Estamos esperando a ver qué sucede con las nuevas reglas. Los inversionistas seguimos aquí porque le creemos a México, a pesar de estos seis años de pausa”, añadió el representante del gremio eólico.

El mensaje de fondo es claro: la infraestructura existe, la voluntad empresarial también, pero sin certidumbre jurídica y procesos de interconexión más eficientes, los proyectos seguirán en pausa y el país perderá oportunidades críticas para avanzar en su agenda energética.

La AMDEE calcula que podrían movilizarse hasta 30,000 millones de dólares en nuevos proyectos durante el sexenio si se crea un entorno legal y técnico propicio. Esta inversión sería esencial para alcanzar la meta del 45% de generación eléctrica con fuentes limpias hacia 2030, un objetivo que implica duplicar la participación actual de energías renovables en la matriz nacional.

“El reto es complicado, pero aspiramos a acercarnos a esa cifra lo más pronto posible”, admitió Pérez Guerra.

Actualmente, el sector eólico mexicano suma alrededor de 7,300 megawatts en operación comercial. La incorporación de los tres parques detenidos implicaría un incremento inmediato de más del 5% en la capacidad instalada, una ganancia relevante en términos de transición energética que hoy permanece desperdiciada.

Mientras tanto, el potencial eólico del país —particularmente en regiones como Oaxaca, Tamaulipas y el norte— sigue esperando definiciones regulatorias. Si el nuevo gobierno logra establecer condiciones estables y reglas claras, estos proyectos podrían marcar el reinicio de una ruta renovable que, por ahora, sigue soplando en dirección contraria.
 

 

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