Heineken anuncia histórica inversión en Yucatán: construirá nueva planta con enfoque sustentable e inclusión indígena

La cervecera Heineken México anunció este miércoles una inversión histórica de 2,750 millones de dólares en el país entre 2025 y finales de 2028, como parte de un ambicioso plan de expansión que contempla la construcción de una nueva planta en Kanasín, Yucatán, la primera en el sureste mexicano y la octava a nivel nacional. Este anuncio consolida la confianza del grupo neerlandés en el entorno económico y social de México, y proyecta la creación de alrededor de 3,000 empleos directos e indirectos.

El anuncio fue realizado por Oriol Bonaclocha, CEO de Heineken México, durante la conferencia matutina de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, a quien el directivo dirigió un mensaje directo: “Hoy, señora presidenta, estamos aquí para reafirmar nuestro compromiso con México”.

La nueva planta tendrá una capacidad inicial de cuatro millones de hectolitros anuales, con posibilidad de duplicarse en función de la demanda. Bonaclocha subrayó que el complejo operará bajo estándares de eficiencia hídrica y energética, en línea con la estrategia global de sustentabilidad de la compañía.

Uno de los elementos más destacados de esta inversión es que se trata del primer proyecto de Heineken en el mundo que se acompaña de una consulta indígena, lo que marca un precedente en materia de licencia social para operar dentro del sector cervecero. “Es un hito importante para nuestra compañía y un orgullo que suceda en México. Hemos iniciado una conversación abierta con las comunidades locales que esperamos mantener y fortalecer”, expresó el directivo.

Desde el interior del Gobierno federal, la reacción fue inmediata. La presidenta Sheinbaum celebró la decisión empresarial como un indicio de que “la confianza en México sigue firme” y remarcó que el sureste se ha convertido en un eje estratégico para el desarrollo económico con justicia territorial. En tanto, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, subrayó el impacto positivo de la planta en el empleo local y en la reorientación geográfica de las inversiones hacia regiones con disponibilidad hídrica, como es el caso de Yucatán.

Además del efecto en la generación de empleos y la cadena de proveeduría local, la instalación en Kanasín refuerza la estrategia de relocalización (nearshoring) que muchas multinacionales están aplicando para diversificar sus centros de producción. En este contexto, Heineken se suma al grupo de empresas globales que, ante la presión por sostenibilidad y eficiencia logística, optan por establecerse en el sureste mexicano como nuevo polo de manufactura.

Por su dimensión económica, social y ambiental, el proyecto de Heineken en Yucatán representa un punto de inflexión en la inversión extranjera directa en la región. Su carácter simbólico se refuerza con el sello “Hecho en México” que portarán los productos, apostando por un modelo de crecimiento que integra inclusión, sostenibilidad y colaboración comunitaria.

Con esta apuesta, Heineken no solo profundiza su huella en el país, sino que también abre un nuevo capítulo para el sureste mexicano, con una inversión que promete ser referencia en términos de innovación industrial responsable y compromiso con el desarrollo regional.