Chihuahua sube al octavo lugar nacional en competitividad, pero enfrenta rezagos estructurales: IMCO

El estado de Chihuahua avanzó del noveno al octavo lugar en el Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2025, publicado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), un ascenso que confirma ciertos avances institucionales, pero también deja al descubierto importantes desafíos en áreas clave del desarrollo económico.

El informe, que analiza a las 32 entidades del país con base en 53 indicadores agrupados en seis subíndices, revela que Chihuahua presenta una competitividad media alta, con mejoras particularmente en los rubros de Derecho, Sistema Político y Gobiernos, rubros relacionados con el fortalecimiento institucional y la gobernanza.

No obstante, la evaluación también señala retrocesos importantes en Infraestructura, Innovación y Economía, Mercado de Trabajo, y Sociedad y Medio Ambiente, lo que pone de relieve la necesidad de redoblar esfuerzos en la diversificación económica, la inclusión social y el desarrollo sostenible.

Desde la Plataforma de Inteligencia Competitiva del Sector Privado (PICsp), se reconoció que este movimiento ascendente es una señal positiva, pero también un llamado a fortalecer estrategias integrales que mejoren las condiciones de inversión, retención de talento y generación de oportunidades económicas en el estado.

El ICE 2025 ubicó a la Ciudad de México, Baja California y Nuevo León como las tres entidades más competitivas del país. En ese contexto, Chihuahua mantiene una posición destacada dentro del norte del país, región caracterizada por su alta participación en exportaciones, capacidad industrial y complejidad económica. Sin embargo, persisten retos estructurales como los altos niveles de informalidad laboral y la elevada cifra de delitos no denunciados, problemáticas que limitan el desarrollo equilibrado.

El IMCO subrayó que el contexto actual, marcado por tensiones en el comercio internacional y nuevas políticas industriales —como el Plan México, lanzado en enero de 2025 por el Gobierno Federal—, ofrece una ventana estratégica para el país, especialmente para los estados del norte. Este plan busca capitalizar el fenómeno del nearshoring y la integración con el mercado estadounidense, pero su éxito dependerá de la capacidad de cada entidad para adaptarse a las exigencias de una economía global cada vez más competitiva.

Para ello, el Instituto propone acciones concretas basadas en evidencia, entre las que destacan:

Promover la innovación y diversificación económica.
Desarrollar infraestructura logística de calidad.
Reforzar la seguridad, el Estado de derecho y la certidumbre jurídica.
Impulsar capital humano alineado al cambio tecnológico.
Fomentar la sostenibilidad ambiental y el uso eficiente de los recursos.
Con este diagnóstico, Chihuahua se posiciona como un actor relevante en la transformación industrial del país, pero su competitividad futura dependerá de su capacidad para cerrar brechas internas y alinear sus políticas públicas con una visión regional de largo plazo. La clave estará en traducir la mejoría estadística en cambios estructurales que impacten de manera tangible en la vida de los ciudadanos y en el atractivo económico del estado.