
Amenaza arancelaria de Trump sacude a proveedores de Apple en China y acelera su mudanza hacia India
26/05/2025

Las acciones de proveedores clave de Apple en China cayeron este lunes tras la nueva advertencia del presidente estadounidense Donald Trump, quien amenazó con imponer un arancel del 25% a todos los iPhones importados, salvo aquellos fabricados en territorio estadounidense. Esta medida, de concretarse, representaría un nuevo escalamiento en la guerra comercial que ha sacudido los mercados globales desde principios de abril.
Empresas como Luxshare, encargada del ensamblaje de iPhones y producción de AirPods, perdieron 2.2% en la bolsa china. Por su parte, Lens Technology, proveedora de pantallas, cayó 1.8%, y Goertek, también fabricante de AirPods, registró una baja de 1.1%. El retroceso bursátil refleja el temor creciente de los inversionistas ante la posible ruptura de cadenas de suministro globales, especialmente en el sector tecnológico.
El viernes, Trump endureció su postura frente a las empresas que continúan produciendo fuera de Estados Unidos, señalando directamente a Apple. Afirmó que su gobierno podría aplicar un arancel de hasta 25% a cualquier iPhone vendido en el país pero fabricado en el extranjero, como parte de su promesa de “repatriar empleos”. Adicionalmente, insinuó que el gravamen podría elevarse hasta un 50% en junio.
Este giro proteccionista rompe la relativa tregua comercial que se había logrado semanas atrás, cuando la Casa Blanca suspendió la mayoría de los aranceles globales anunciados en abril, luego del pánico bursátil que generaron. Sin embargo, Trump ha mantenido un arancel base del 10% sobre la mayoría de importaciones y ha moderado los más severos, como el impuesto del 145% a productos chinos, ahora reducido al 30%.
Frente a la amenaza de nuevos aranceles, Apple ha redoblado sus esfuerzos por trasladar progresivamente su producción a India, uno de los pocos países que podría asumir ese volumen de manufactura con cierta eficiencia. Según fuentes cercanas a la compañía, la meta es que, para finales de 2026, la mayoría de los iPhones vendidos en Estados Unidos provenga de plantas ubicadas en India, evitando así los gravámenes asociados a productos hechos en China.
No obstante, la idea de trasladar la fabricación a EE.UU. sigue siendo poco factible. Aunque el secretario de Comercio, Howard Lutnick, aseguró a medios que el futuro de la manufactura estadounidense estaría en la automatización —“millones de tornillos ensamblados por máquinas controladas por técnicos y electricistas” — también admitió que, según el propio Tim Cook, la tecnología necesaria para esa transición aún no está disponible.
La tensión en torno a Apple es solo la punta del iceberg. Trump ha sugerido que otras grandes tecnológicas también podrían enfrentar medidas similares si no relocalizan sus procesos productivos. Este mensaje ha comenzado a reverberar en toda la industria de hardware, cuyos márgenes dependen en gran parte de la eficiencia y bajo costo de la manufactura en Asia.
La postura del presidente estadounidense ha sido recibida con preocupación tanto por analistas como por actores del mercado, quienes advierten que esta nueva ola de proteccionismo incrementa los costos, reduce márgenes de ganancia y amenaza con desatar una escalada de represalias comerciales por parte de otros países.
Con más del 60% de sus ingresos provenientes de ventas internacionales y una cadena de suministro profundamente globalizada, Apple se encuentra nuevamente en una encrucijada geopolítica. Mientras China representa su núcleo de producción, Estados Unidos sigue siendo su principal mercado, y ahora, su principal fuente de presión regulatoria.
Aunque India aparece como una salida estratégica, el proceso de migración de operaciones no será ni inmediato ni exento de obstáculos. El conflicto entre eficiencia operativa y exigencias políticas está redefiniendo el panorama de las grandes tecnológicas. Y Apple, como emblema de esa industria, será el laboratorio en donde se medirá hasta dónde puede llegar la presión arancelaria como herramienta de política industrial.




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