Reforma laboral para plataformas digitales entra en vigor en México: Uber advierte salida masiva de conductores

A partir del 22 de junio, México formaliza un cambio sustancial en su legislación laboral al entrar en vigor las nuevas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo en materia de plataformas digitales. Esta reforma, publicada en el Diario Oficial de la Federación en diciembre pasado, reconoce y regula la relación laboral entre empresas como Uber, Didi y Rappi con sus conductores y repartidores, otorgándoles derechos laborales y acceso a seguridad social.

Fuentes oficiales estiman que más de 650 mil personas trabajan actualmente dentro de este ecosistema digital. Bajo la nueva definición legal, se establece que las plataformas digitales operan a través de aplicaciones y sistemas tecnológicos que asignan tareas a trabajadores subordinados, cuya labor requiere presencia física y está sujeta a supervisión directa de la plataforma.

Entre las disposiciones clave se contempla la participación en el reparto de utilidades, condicionado a un mínimo de 288 horas de trabajo al año. El salario será determinado por servicio realizado e incluirá prestaciones como días de descanso, vacaciones, prima vacacional y aguinaldo. Uno de los ejes más relevantes es la obligación de que las plataformas registren a sus trabajadores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con lo que se garantiza acceso a servicios de salud y prestaciones de ley.

El 27 de junio se publicarán los lineamientos técnicos del IMSS y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para la implementación del nuevo modelo de aseguramiento. Con ello dará inicio el Programa Piloto Obligatorio que evaluará la viabilidad de los esquemas propuestos.

Desde el interior de la industria, sin embargo, ya se anticipan tensiones. Uber ha advertido que la reforma podría provocar la salida de cerca de 83 mil socios conductores en México, lo que representa aproximadamente un tercio de su base actual. Andrew Macdonald, presidente y director de operaciones global de Uber, reconoció que aunque las nuevas reglas tienen una intención positiva, los costos asociados podrían derivar en una contracción del mercado y pérdidas fiscales superiores a los 2 mil millones de pesos.

“Así como están las cosas actualmente, es casi imposible evitar la pérdida de conductores”, expresó el directivo en entrevista con La Jornada. A pesar de ello, señaló que la empresa está dispuesta a colaborar en la búsqueda de un modelo regulatorio que proteja derechos sin comprometer la viabilidad del servicio.

La reforma marca un punto de inflexión para el trabajo digital en México. Con ella se abre un periodo de ajustes donde los intereses de trabajadores, empresas tecnológicas y el Estado buscarán un equilibrio que, hasta ahora, parecía postergado.